Carácter americano

20 10 2019

Málaga.18-10-2019. Auditorio Edgar Neville. Solista: Alejandro Viana. Dirección: Arturo Boscovich. Programa: Concierto para violonchelo y orquesta en Si menor, op. 104, de A. Dvorák y Sinfonía Nº 2, op. 30 “Romántica”, de H. Hanson

El primero de los encuentros del Ciclo La Filarmónica Frente al Mar -seis programas se repartirán a lo largo de esta temporada- que llega a su octava edición tuvo como protagonistas al cello solista de Alejandro Viana y la batuta entregada de Arturo Díez. Ocho ediciones que desde sus orígenes han venido acompañadas de una respuesta holgada de público aficionado de perfil más renovado y que de alguna forma vienen a reforzar los abonos en el Teatro Cervantes. Público más concienciado del valor de las propuestas artísticas habida cuenta de la ausencia de politonos indiscretos, gorjeos inoportunos o caramelitos atronadores.

Aficionados de rango de edad sensiblemente por debajo de la media que ofrece el gran coliseo local. Y aunque aún queda limar las ovaciones entre movimientos -preferible al gallinero en el que se está convirtiendo la sede de los abonos- lo cierto es que el precio de las localidades invitan a acercarse hasta estos programas del ciclo que acoge el Auditorio Edgar Neville. A La Térmica aún le queda maquetar unos programas más legibles (en cuanto al tamaño de los caracteres) y apostar por unas mínimas notas al programa que no dejen al repertorio a pecho descubierto, más cuando se trata de obras que son abordadas por la Filarmónica por primera vez como ocurrió el pasado viernes. Por lo demás, este ciclo de conciertos goza de muy buena salud y es una apuesta firme del conjunto por acercar el gran repertorio.

Antonin Dvorák y Howard Hanson fueron los protagonistas de este primer concierto a modo de cuadros que dialogan entre ellos a pesar de la distancia entre escuelas que las separan. El Concierto para cello de Dvorak representa la vieja Europa, la forma, el canon… Una manera heredada, asentada en la tradición de entender la composición frente a ese estilo, que aún guardando distancia, tanto en estética como en personalidad, ofrece Hanson a quien puede considerarse referente en la construcción de la escuela americana de música, quizás la más joven pero no por ello menos interesante.

El cello de Alejandro Viana fue el protagonista del opus 104 de Dvorák que en líneas gruesas puede calificarse su interpretación, de esta página tan agradecida para cualquier solista, como mejorable en los tiempos extremos y sosegado en el adagio central a pesar de los esfuerzos del conjunto por elevar la interpretación. Todo ello unido a los dos discurso que tanto batuta como solista demostraron en el desarrollo de la página decididamente atropellada. Un auditorio, sea donde sea apela siempre por el trabajo mimado.

Tras la pausa la OFM en la batuta del maestro Díez Boscovich abordó la primera audición del trabajo sinfónico más divulgado del norteamericano H. Hanson, su Sinfonía Nº 2 conocida por “Romántica”. En ella Díez subrayó el carácter sugerente de la partitura en la que pueden apreciarse tratamientos armónicos y color orquestal del que han bebido sin complejos reconocidos compositores del Séptimo Arte. Articulada en tres movimientos relacionados entre sí, destaca la sombría introducción reforzada por la casi obsesiva repetición del motivo que a modo de fatum aparecerá a lo largo del desarrollo de la sinfonía en contraposición al tema lírico que culmina el adagio de comienzo tratado como gran coral – modelo y desarrollo muy similar a la Quinta de Tchaikovsky- que torna en claridad y ánimo en el desenlace anotado por Hanson.

Lectura densa y corpórea, con personalidad y efecto la ofrecida por el maestro Díez de esta Segunda Sinfonía de H. Hanson a la que es imposible sustraerse del gran trabajo realizado por las maderas del conjunto, los no menos rotundos metales, especialmente iluminadas las trompas de la orquesta, sin obviar el buen empaste de las cuerdas.

Alejandro Fernández





Maximiliano Valdés, carácter beethoveniano

13 10 2019

Málaga. Teatro Cervantes. 11-10-2019. Teatro Cervantes. Solistas: Trío Arriaga. Dirección: Maximiliano Valdés. Programa: El holandés errante, WWV.63 (Obertura), de R. Wagner. Triple concierto en Do Mayor, op. 56 y Sinfonía Nº3 en Mi Bemol Mayor, op. 55 “Heróica”, de L. van Beethoven.

Programa de estructuctura clásica (obertura, concierto y sinfonía) fue el protagonista del tercero de los abonos de la Filarmónica de Málaga. En los atriles, Wagner y Beethoven daban cuenta del peso y proyección de una de las escuelas más importantes que nutre el caudal del gran repertorio. Hecho que no es casual dada la alargada sombra que representa Beethoven aún en la actualidad y por supuesto también Wagner en el ámbito escénico de la mano del primero de sus éxitos en vida El holandés errante. En su obertura aparecen ya definidos los principales temas (o leitmotiv) que circulan por el drama lírico.

A pesar de la fría acogida del estreno en Dresde, en El holandés errante ya aparece la configuración de la orquesta wagneriana nutrida y soberbia gracias al refuerzo de metales que elevan o destacan, que señalan o acusan los ascensos, caídas y debilidades de los héroes y sus contrapuestos dentro de la escena. Maximiliano Valdés (todo un referente de la dirección internacional actual) subió al podio de la OFM con una idea muy clara en cuanto enfoque, dinámica y emisión no sólo en lo wagneriano, sino también en lo referente al genio de Bonn. Centró la atención en lo que une a ambos compositores desde la perspectiva de dos mundos que engrosan toda una escuela.

El Triple concierto y la Sinfonía nº 3 cerraban la primera parte del programa una, y toda la segunda otra. En ambas partituras es patente ya la dimensión estética y formal de Beethoven aunque en lo formal siguen apegadas a la forma clásica e incluso en la configuración de la plantilla. El Trío Arriaga protagonizaría una lectura ágil destacando especialmente el cello de D. Apellániz en el largo central, sin olvidar el incisivo violín de J. L. Gallego en el rondó de cierre del Triple concierto caracterizado por el tono contrastante anotado por Valdés en el conjunto que no quiso desaprovechar los escasos momentos de lucimiento que otorga Beethoven al concierto.

“Pesada, interminable y deshilvanada” fueron algunos de los calificativos que acompañó la acogida del estreno de la Tercera de Beethoven que el tiempo ha colocado en su lugar de honor y en la que ya es clara la determinación artística y, como no, estética de Beethoven. Maximiliano Valdés hizo suya la partitura presentado una lectura en conjunto sólida, de pulso firme donde los grandes destellos fueron aportados por la pulcritud técnica de los profesores. Destacar el afecto de la marcha fúnebre en contraste al impulso del brillante finale. Lectura de calado, de conjunto que encuentra en el gran repertorio la excusa no sólo para el lucimiento sino también para evidenciar la madurez artística que posee hoy la Filarmónica de Málaga, a pesar del duro golpe anunciado en la tarde de ayer de la repentina desaparición de la arpista titular que durante muchos años ha formado parte de la OFM. Descanse en paz Laure Vidouta.

Alejandro Fernández





Álvarez y la Academia inauguran la temporada

5 09 2019

MÁLAGA. Sala María Cristina. Academia Orquestal de Málaga. Solista: Carlos Álvarez, barítono y Benjamín Moreno, trompeta. Programa: Sinfonía nº 8 en sol mayor, op.88 de A. Dvorák y selección de páginas líricas para barítono. Dirección: Mª del Mar Muñoz Varo. 03 de septiembre de 2019.

Si el pasado julio la Joven Orquesta Barroca de Andalucía y la Academia Orquestal de Málaga clausuraban la temporada de conciertos, nuevamente, y  van dos años consecutivos, ambas formaciones dan el pistoletazo de salida a la agenda de clásica y lírica que entre septiembre y julio van a copar buena parte de la agenda cultural malagueña. En el caso de la Academia lo hacía con la participación del barítono malagueño Carlos Álvarez en la segunda parte. El Auditorio Edgar Neville el lunes y la Sala María Cristina fueron los escenarios elegidos para la ocasión de las dos audiciones ofrecidas por el conjunto sinfónico. 

Escrita en 1889 y estrenada en Praga un año después la Sinfonía en Sol Mayor de A. Dvorák llegaría muy pronto a la imprenta. Su tonalidad no es tan sólo una de las peculiaridades de este trabajo sinfónico. Armado en cuatro movimientos es perceptible la huella brahmsina en la pureza de las formas que atesora pero también melódica y dramática que la acercan al postromanticismo de Tchaikovsky. Es importante destacar tanto el esfuerzo como el resultado de la Academia Orquestal en desplegó marcan una línea dramática de gran atractivo e irreprochable resultado.

La batuta de Muñoz Varo dibujaría el allegro de apertura marcando dinámicas concisas con especial atención a la carnalidad de los cellos y las imágenes bucólicas dibujadas por las maderas. En el adagio el sentido intimista otorgado por Dvorák contrastaría por el músculo demostrado por los bronces sencillamente magistrales en los dos movimientos finales. El tono rapsódico sobre un tema y variaciones llevarían a esta conocidísima sinfonía hacia una conclusión llena de color y efectista.

Gracias a los profesores de la Academia Orquestas y del compromiso con la música en Málaga anotado una y otra vez por Carlos Álvarez la segunda parte del concierto se abriría con la trompeta del también malagueño Benjamín Moreno y el aria The Trumpet shall sound de Haendel acompañando a Carlos Álvarez que sin escatimar presencia ni instrumento convertiría el resto del concierto en una verdadera fiesta de la música. Le continuaría otra aria de Miquel Ortega inspirada en la Carta de don Quijote a Dulcinea y que pone a prueba las dotes dramáticas y canoras del intérprete y todo ello después de que Álvarez se despachara la no menos exigente Non piú andrai de Le nozze di Figaro de Mozart.

La obertura de Carmen de Bizet y el Toreador del tercer acto pondría el punto y final a este intenso recital y concierto de la Academia Orquestal en el que no podemos dejar atrás la exquisitez con la que Carlos Álvarez atacó el Aria de la Estrella del Tannhäuser wagneriano toda una declaración de intenciones del cantante malagueño quien no tuvo reparos de reclamar el Auditorio de la Música en presencia del primer edil y del estreno de la delegada de Cultura.

Alejandro Fernández





Mozart y Schubert en la despedida

5 09 2019

MÁLAGA. Auditorio Edgar Neville. Encuentro Julio JOBA. Programa: Sinfonía nº 40  en sol menor KV.550, de W. A. Mozart y Sinfonía nº5 en si Bemol Mayor, D.485, de F. Schubert. Dirección: Manuel Hernández Silva. 13 de julio de 2018. 

Cuenta la leyenda que W. A. Mozart no tuvo más acompañamiento en su entierro que un perro callejero. No menos fortuna tendría F. Schubert que gravemente enfermo muere también en Viena no sin antes legar al gran repertorio un corpus cercano al millar de obras. A pesar de lo aciago de la existencia de ambos músicos, la personalidad estética de ambos contribuiría decisivamente en la construcción de la sinfonía del período clásico en uno, y el desarrollo y evolución en el período romántico en otro. 

El titular de la Filarmónica de Málaga, Manuel Hernández Silva avanzaba, con este doble programa sinfónico, las fronteras donde se diluyen las ideas del barroco tardío y avanzan las nuevas formas de entender y apreciar (escuchar) la música. Ejemplos modelos de esta evolución fue el concierto ofrecido por la Joven Orquesta Barroca de Andalucía, el pasado sábado en el Auditorio Edgar Neville seleccionado para su interpretación, dos trabajos sinfónicos que aunque separados en el tiempo uno se erige como modelo referencial, mientras que la propuesta de Schubert marca el punto de arranque de una nueva estética musical asentada en el respeto a la forma propuesto por Mozart.

En este desarrollo, nada es casual y así lo pondría de manifiesto el maestro Hernández Silva en el enfoque interpretativo de la KV.550 y la D.485 contextualizado en el proceso constructivo que atraviesa todo el continente europeo hasta el triunfo definitivo del modelo sinfónico vienés apoyado por la aparición de la figura del concierto público y el desarrollo de la plantilla orquestal que propiciará la aparición del director de orquesta.

Cuatro capítulos organizan la Sinfonía 40º de Mozart, página central de la trilogía que corona su integral sinfónica, aparece teñída de tonos introspectivos y dramáticos en lo que aparenta una nueva forma de relación entre el músico y el oyente. El titular de la OFM se distinguió por el pulso firme y decidido en el ánimo de canalizar el desarrollo orgánico de la partitura. Si el allegro de apertura destacó por sus destellos, el tono sosegado del andante serviría de excusa al ánimo reflexivo del menuetto que precede al ágil finale que Hernández Silva imprimiría sobre la JOBA.

No menos madura apetecería la lectura de la Quinta Sinfonía de F. Schubert. Los cuatro tiempos que estructuran la obra corren en paralelo a la propuesta mozartiana sin renunciar a la propia personalidad artística del compositor vienés. En la batuta de Hernández Silva y JOBA destacó la densidad interpretativa de la sinfonía frente el sentido más ligero de la KV.550 y donde faltan diálogos entre cuerdas y maderas, destacando especialmente la flauta de M. J. Cardona sin olvidar el papel de el resto de la sección.

La JOBA pone el punto y final a su cuarta promoción con la mirada puesta en septiembre y una nueva plantilla de jóvenes intérpretes.


Alejandro Fernández 15|07|2019




Talmi y el Nacionalismo musical

5 09 2019

Málaga. 06-06-2019. Teatro Cervantes. Solistas: Ana María Valderrama, violín. Dirección: Yoav Talmi. Programa: Obertura “Le Corsaire”, de H. Berlioz; Concierto para violín y orquesta en Re mayor, Op.35, de P. I. Tchaikovsky y Variaciones sobre un tema original “Enigma”, op.36, de E. Elgar

Cuando el trabajo entre batuta, intérprete y conjunto fluye engrasado y existe una relación de confianza profesional adquiere todos los mimbres para abonar el éxito y la aclamación del auditorio. Un ejemplo de ello se encuentra en la dirección del israelí Yoav Talmi este pasado abono de la Filarmónica. Su presencia en el podio de la OFM ha venido acompañado siempre por el reconocimiento de los atriles, el público e incluso la crítica. Aún pervive el recuerdo de aquella Quinta sinfonía de D. Shostakovich de dos mil catorce. Talmi regresaba, en el penúltimo programa de abono este jueves y viernes navegando sobre el repertorio francés, ruso e inglés; los lazos de unión entre el romanticismo galo y el postromanticismo contrastado de Tchaikovsky y Elgar.

Más allá de la selección de páginas está la propuesta artística y musicológica que genera el repertorio para los distintos programas. Para la ocasión el maestro Hernández Silva proponía la evolución del discurso musical del diecinueve desde el romanticismo épico-poemático de Berlioz a la fantasía recreada por Elgar en sus Variaciones sobre un tema original “Enigma” pasando por el gran concierto de la mano de Tchaikovsky y el violín de Ana María Valderrama.

Inspirado en un poema de Lord Byron la obertura Le Corsaire de Berlioz rompe la tradición de la obertura francesa para contextualizar este particular poema sinfónico. Talmi al frente de la OFM desplegó una dirección confiada y recreada en su emisión buscando sonidos compactos y resaltando el armazón armónico propios de Berlioz unido al inconfundible color orquestal del músico galo. El director israelí hizo gala de pulso destilando dinámicas contrastadas que apetecían pura recreación.

Precisamente esta recreación en lo interpretativo dominó el concierto de principio a fin. El plato fuerte del concierto llegaría de la mano del violín de Ana María Valderrama que entre otras virtudes demostró que una corona carece de valor si no viene acompañada de convicción y seducción del auditorio. Bajo la sencillez de la persona la violinista española atesora a un intérprete deslumbrante, sólida, meditada y exquisitamente honesta. La versión de Valderrama del Concierto para violín de Tchaikovsky discurrió entre la recreación y la solidez proporcionada por la OFM. Tal es así que al término del allegro de apertura buena parte del auditorio interrumpiría con sus aplausos el desarrollo de la página. 

Elgar y sus Variaciones sobre un tema original “Enigma” cerraban este particular abono cimentado en constantes equilibrios, el valor solista de los atriles y el trabajo como conjunto de resultado convincente.

Alejandro Fernández 06|06|2019




Temporada de Abono OFM 18/19 /14/

4 06 2019
Abono 14 H. Berlioz, P. I. Tchaikovsky E. Elgar
TC jueves 06|06 y viernes 07|06  20h.
Orquesta Filarmónica de Málaga

 

Director: Yoav Talmi

 

Programa:

I

Hector Berlioz  (1803 -1869)

Obertura “Le Corsaire», Op. 21 (10′)

Pyotr I. Tchaikovsky  (1840 – 1893)

Concierto para violín y orquesta en Re mayor, Op. 35  (35′)

Ana María Valderrama, violín

 

II

Edward Elgar (1857 – 1934) 

Variaciones sobre un tema original «Enigma» Op. 36 (32′)

 

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De Mozart a Hindemith o la evolución de la forma

4 06 2019

Málaga. 25-05-2019. Teatro Cervantes. Solistas: Yana Deshkova, violín y Evdokia Ershova, viola. Dirección: Manuel Hernández Silva. Programa: Sinfonía concertante en Mi bemol mayor, K.364, de W. A. Mozart; Obertura “Oberón”, de C. M. Von Weber y Metarmofosis sinfónica sobre temas, de Carl Maria Von Weber.

Que la aguas no corren mansas para el conjunto de las cuatro orquestas andaluzas nadie excepto interesados políticos pueden negar a izquierda (nada hicieron) o a derecha -más de lo mismo-. La situación se agrava y la primera consecuencia vomita sobre plantillas, proyectos artísticos y nóminas.En el caso de la Filarmónica de Málaga a las reivindicaciones expuestas por el presidente del Comité de Empresa de la institución se une la defensa de la ayuda de concertino Marina Peláez que si nadie lo remedia no volverá a los atriles del conjunto en la próxima temporada.

Rotos los puentes del diálogo lo único que cabe es volver a este y especialmente ahora que hay sintonía en el color político del Consorcio. toca dar la cara, menos genialidades y un presupuesto ajustado a la realidad. Como crítico tan sólo le cabe afear al Comité de Empresa que estas demandas trasciendan ahora y se inserten durante el desarrollo de un concierto y no al comienzo para no alterar su exposición.

Hablar del clasicismo sinfónico es hablar del triunfo del modelo sinfónico vienés que tanto para quienes en el siglo diecinueve lo asumen -Beethoven, Schubert, Mendelssohn o Brahms- como para aquellos que exploraron otras vías alternativas como Liszt, Wagner o el mismo Hindemith protagonista, este último, de la segunda parte del programa propuesto por el maestro titular de la OFM, Manuel Hernández Silva que acercaba precisamente esa confrontación entre el concepto clásico de la forma ejemplificada en Mozart en oposición al horizonte estético que inaugura la controvertida Segunda Escuela de Viena.

Escrita en el otoño del setenta y nueve la Sinfonía concertante K.364 nace fruto de la reflexión mozartiana del viaje a Mannheim y París en ese año incorporando las aportaciones técnicas de ambos focos pero también el profundo conocimiento del músico del violín y especialmente de la viola a la que otorga un papel destacado dentro del conjunto y como solista. La búlgara Yana Deshkova y la profesora Evdokia Ershova fueron las solistas de esta sinfonía que gracias a las dinámicas ágiles y pulso cristalino de la batuta de Hernández Silva proporcionaron una interpretación sólida extremadamente cuidada en el andante en contraste al apoteósico presto de cierre.

La Metamorfosis sinfónica de P. Himdemith plantea un nuevo concepto no sólo de los moldes de la sinfonía sino también de la variación sinfónica planteada en este trabajo inspirada en temas de Weber. Lectura medida en ritmo con claro protagonismo de vientos y percusión en el que destacaría el inspirado segundo tiempo y la explosiva March de cierre.


Alejandro Fernández 26|05|2019




Svárovsky transita por el nacionalismo checo

4 06 2019

Málaga. 10-05-2019. Teatro Cervantes. Dirección: Leos Svárosky. Programa: Scherzo fantástico, op. 25, de J. Suk; Danza eslovaca, op. 46 nº 5 en la menor; Obertura “Carnaval, op. 92 y Sinfonía nº 7 en re menor, op. 70, de A. Dvorák

No hace una semana que el Teatro Cervantes cerraba su treinta Temporada Lírica gracias a la decisiva colaboración desde el foso de la Filarmónica de Málaga. Nuevamente la OFM ha sido protagonista de la agenda esta semana pasada con el abono doce -que inaugura la recta final de la temporada del conjunto sinfónico- dedicado a uno de los grandes compositores del postromanticismo y clave de la corriente nacionalista del diecinueve, A. Dvorák.

Con toda probabilidad sin el concurso de Dvorák la música de la segunda mitad del diecinueve sería otra. Y sería otra por la propia integración que el compositor checo hace de la música popular de su país sobre la forma ylas influencias beethovenianas o wagnerianas que las sazonan. Este es el punto de partida del intererántimos programa presentado por el director checo invitado Leos Svárovsky al frente de la primera orquesta.

Programa monográfico que viene a destacar el encaje de las corrientes nacionalistas dentro del marco europeo, sus influencias y el tratamiento de las fuentes musicales dentro de las formas asentadas en las que no faltan ni la originalidad temática y melódica, ni tampoco el lenguaje personal de sus autores. Como cicerone de este particular capítulo la Filarmónica ha contado con la batuta de de Leos Svarovsky formado en el conservatorio de Praga buen conocedor del repertorio patrio con especial atención a las secciones de maderas y metales grandes protagonistas de los encuentros de jueves y viernes pasados.

El op. 46 corresponde a un conjunto de ocho danzas en las que J. Brahms tuvo un papel determinante para el encargo de su redacción. Entre estas y el op. 72 se sitúa una de las grandes sinfonías de Dvorák la Séptima sinfonía. De la colección de danzas la OFM abría el concierto con la número 5 dado el color orquestal que posee, el tono desenfadado aunque riguroso de su orquestación y en la que anuncia el especial protagonismo que tendrán los vientos a lo largo de todo el concierto.

Conformando un tríptico particular sobre la naturaleza, la vida y el amor la Obertura Carnaval se caracteriza por su tono contrastante de los temas que presenta sobre el motivo festivo y alocado que Svárovsky subrayaría de esta conocidísima página del compositor checo que contrasta con el tono introspectivo del Scherzo fantástico de J. Suk. Alumno aventajado de Dvorák no oculta la influencia del maestro en el tratamiento de los temas y el hilado orquestal de los mismos.

Considerada la primera de las sinfonías de madurez la Séptima guarda un cuidado tratamiento orquestal que se aprecia en los tiempos centrales y en la que no faltan continuos diálogos entre secciones que colaboran decididamente a mantener una buena tensión a lo largo de toda la sinfonía como así demostró el maestro Svarovsky con la colaboración de los profesores de la OFM. Destacar el scherzo como ejemplo del alto nivel artístico que dominó todo el concierto.


Alejandro Fernández 06|05|2019




Temporada de Abono OFM 18/19 /13/

20 05 2019
 
Abono 13 W. A. Mozart, C. Mª v Wber, P. Hindemith
TC jueves 23|05y viernes 24|05  20h.
Orquesta Filarmónica de Málaga

 

Director: Manuel Hernández Silva

 

Programa:

I

WOLFGANG AMADEUS MOZART  (1756 – 1791)

Sinfonía Concertante en Mi bemol mayor, K. 364 (35′)

Yana Deshkova, violín

Evdokia Ershova, viola

 

II

              CARL MARIA von WEBER  (1786 – 1826)

              Obertura «Oberon» (10′)

 

               PAUL HINDEMITH  (1895 – 1963)

              Metamorfosis sinfónica sobre un tema de C.M. von WEBER  (21′)

 

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Rumores Alfonsinos

7 05 2019

Málaga. 03-05-2019. Sala María Cristina. Piacere di Flauti. Solistas: Jesús César Carazo, José Menéndez, Silvia Rodríguez, Gonzalo Alonso, Álvaro Garrido y Jesús Andrés de Dios, narración. Programa: Narración y músicas de la época de Alfonso VIII de Castilla.

La agenda musical tenía en la tarde de este viernes dos citas tan interesantes como recomendables que vienen evidenciar la necesidad de un contenedor propio como es el auditorio de la música. Provoca sonrojo las pruebas de la fragilidad y del estrepitoso fracaso del modelo de ciudad de los museos y apetece surrealista que uno de estos puntales, que ha devorado la mitad del presupuesto de lo que sería la construcción del gran instrumento para la música estuviera, en la tarde de ayer, cerrado a cal y canto. En esta ciudad se permite todo a lo chorizo western y en ella se dispone de los recursos de todos como si fuera una fuente inacabable donde no se exige responsabilidad alguna.  En este sarao de indios y aguerridos vaqueros la música se ve obligada a vivir en instalaciones de hace dos siglos.

Mientras el Otello verdiano vivía su segunda función de las tres programadas para este cierre de treinta Temporada Lírica del Cervantes, la Sala María Cristina se trasladaba de la mano del conjunto Piacere di flauti al siglo catorce de nuestra historia común recogida en ese tesoro que es el Códice de las Huelgas o la huella de trovadores como Peire Vidal o Foulquet de Marseilha, junto a otras fuentes conservadas en el Archivo Capitular de la Catedral de Burgos e incluso las propias Cantigas de Alfonso el Sabio. Este tesoro que se erige como cimiento de la identidad nacional, e incluso un marco más amplio llamado Europa, llegaba gracias a la Fundación Unicaja y metidos en concierto con la narración de Jesús Andrés de Dios que hábilmente acercó las gestas del monarca castellano Alfonso VIII de Castilla.

Poemas, canciones y música para uno de los períodos claves de la fértil Baja Edad Media: remota y fértil, distante y sin embargo palpitante. Piacere di flauta acercan esta propuesta musicológica que lejos de la recreación acercan el minucioso estudio que respalda el proyecto. Cuando París ésta levantando los muros de Notre Dame los reinos cristianos se hallan inmersos en plena cruzada contra las taifas nacionales y almohades que desembocan en las batallas de Alarcos o Las Navas de Tolosa. Tiempos de guerra y cruzada (también de referentes artísticos como el Monasterio de las Huelgas o el Hospital Real de Burgos) que no escaparon de la atención de narraciones y canciones en canto llano fielmente interpretadas por César Carazo que supo trasladar al auditorio hasta ese lejano tiempo.

Músicas emparentadas con el ars antiqua y nova donde lo popular y culto apenas se diferencian, más allá del estilo gregoriano presente en el altar, y sin embargo son los incipientes intentos que desembocarán en la polifonía del Renacimiento. Flautas de pico, cuerno, traversa medieval, percusión y campanas recrean el acompañamiento de estas páginas arregladas o recreadas muchas de ellas por José Menéndez e interpretadas por él mismo junto a Silvia Rodríguez, Gonzalo Alonso y la no menos interesante percusión de Álvaro Garrido.

Lejos del recital entretenido Aldefonsus Nobilis ahonda en las raíces de la música de occidente y sus influencias en la figura del monarca castellano que fue capaz no sólo de construir un reino bajo una fe y una lengua, sino también conectarlo a las corrientes culturales de aquella incipiente Europa unida bajo la cruz cristiana.


Alejandro Fernández 06|05|2019