XXIV TEMPORADA LÍRICA
Zamarrilla, bandolero
Ópera en cinco actos de A. Rozas Matabuena con libreto de Pedro Carrillo
Solistas: Antonio Torres, Carmen Ariza, Luis Pacetti, Lourdes Martín, Juan M. Corado, José Antonio Ariza, Luis López, Cristina Risueño, Jennifer Rodríguez, María Bernardina del Pino, Javier Olmedo
Orquesta Sinfónica Provincial de Málaga
Directora del coro: Luisa Dolores Camacho
Director musical: Arturo Díez Boscovich
Teatro Cervantes, jueves 14 de marzo de 2013
Y un Teatro Cervantes a la deriva, resumen a grandes trazos la preocupación que abunda entre los aficionados a la ópera. Dada la nula capacidad de gestión de una Temporada Lírica, cada vez con menos sentido, salta una obligada pregunta: ¿cuánto tiempo más hemos de seguir haciendo el ridículo y cuanto tiempo más un escenario público va a seguir siendo gestionado de esta guisa? Debidamente engordada la programación con un cacareado lo nunca visto, poco a poco y con infinita paciencia asistimos a la degustación de espectáculos que en nada se corresponden con la seriedad y suficiencia artística de otras temporadadas. Por todo esto, no es de extrañar que el pasado jueves la taquilla del coliseo malagueño registrase menos de la mitad de su aforo, frente al recital pasado de Carlos Álvarez o los veintitantos asistentes que acudieron al recital de Ana Häsler allá por noviembre. Tan afilado argumento justificaría que en un futuro tijeretazo desaparezca la Temporada Lírica, a lo que debemos apuntar por obra y gracia, eso si, de la estrafalaria administración.
Por si no fuera poco este desaliño, la última puesta en escena tiene entre otras justificaciones: algún nombre relevante entre tanta broza, inspiración en una leyenda local y ,quizás lo más relevante, un montaje armado cien por cien por profesionales locales de reconocido currículo, según se recoge en la nota de prensa remitida por el teatro. Con estos mimbres levantó el telón Zamarrilla, bandolero, sin mucho público aunque alguno no aguantó el final del primer acto.
El elenco vocal, encabezado por el barítono Antonio Torres, junto a ciertos momentos musicales fue lo más reseñable de la producción dirigida por Lorenzo Rodríguez. Torres estuvo acompañado de las voces masculinas de Juan M. Corado, José Antonio Ariza y Luis López. Mención a parte, merecen destacar las intervenciones de los tenores Luis Pacetti y el debut como solista de Javier Olmedo. Lourdes Martín y Berna del Pino encabezaron los roles femeninos más destacables. Una masa informe, con momentos inaudibles en las primeras escenas, descuadrada, sin cuerpo ni gracia definen al bolo que responde en el cartel a Coro de Ópera Diké.
Singular, si no desgraciada bosquejan la puesta en escena. Su palpable improvisación, no aprovecha el centro en torno al arco de entrada de la conocida capilla. Esto sumado a una iluminación más bien torpe o ese vestuario carente de rigor, restaban agilidad al relato, solvencia escénica, y finalmente veracidad a la leyenda de Zamarrilla a la que se pretendía exaltar. Es excesivo obligar a escuchar toda una marcha de semana santa a telón bajado como entreacto, prólogo insustancial de la escena final.
Con relación al desencuentro entre libreto y la partitura, es justo reconocer, primeramente, el trabajo realizado por la Sinfónica Provincial y la dirección del maestro Díez Boscovich. No obstante, en ciertos momentos delataban descuadres y falta de empaste en el conjunto. La música del maestro Matabuena ahonda en ciertos leitmotiv, dosificando los elementos tomados del folklore a lo largo de la obra. Reseñamos el valioso primer entreacto, brillante ejercicio de orquestación en contraste con el más que superable libreto, que unido a su escasa vivacidad propiciaron momentos cercanos al mal gusto y la irreverencia.
Desalienta asistir a este tipo espectáculos, un ir y venir de apetencias, supuestos gustos y maquillaje de despacho. La realidad una vez alzado el telón no es otra que la incómoda desnudez del emperador. ¿Si en temporadas pasadas se “derrocho” y ahora se malgasta, no obtendríamos el mismo resultado?… En fin, si realmente deseaban vivir la experiencia bandolera, no podían dejar de asistir a este cartel.
Alejandro Fernández 17|03|2013
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