EL BARTÓK DE PERIANES: PRIMERA CITA CON LA OFM

18 09 2016

V CICLO LA FILARMÓNICA FRENTE AL MAR

Concierto Nº1

Programa: Danzas de Galanta, de Z. Kodály; Concierto para piano y orquesta nº 3, SZ.119, de B. Bartók y Sinfonía nº 1 en Mi menor, op. 39, de J. Sibelius

Solista: Javier Perianes, piano

Director: Manuel Hernández Silva
Auditorio Edgar Neville, sábado 11 de septiembre de 2016

La temporada de conciertos de la OFM arrancaba, este fin de semana, junto a su director titular Manuel Hernández Silva y el piano de Javier Perianes. En programa tres páginas que encierran buena parte de las esencias del veinte. Autores incomprendidos en su tiempo y sin embargo, la solera, los ha colocado como piezas clave para comprender las múltiples facetas que retratan la primera mitad del siglo pasado. Kodály, Bartók y Sibelius simulan esa pluralidad.

Poco público, menos del esperado, en el arranque de la Filarmónica de Málaga no tanto por el repertorio propuesto por el maestro Hernández Silva, como por la escasa difusión hecha del mismo. Ni tan siquiera la presencia en el escenario de la figura de Perianes pudo remediar la suerte de los encuentros programados dentro del Ciclo La Filarmónica Frente al Mar, que cumple su quinta edición.

Al considerar el papel de Kodály y Bartók resulta inevitable destacar la influencia del trabajo etnográfico realizado conjuntamente por ambos compositores entorno al folclore húngaro. Así, mientras en Bartók las notas poseen un carácter evocador y soldado a los esquemas estructurales de su obra, por el contrario, en Kodály, especialmente en sus Danzas de Galanta una de sus páginas más interpretadas, no esconde la utilización de temas y modos populares. Hernández Silva, sensible a este hecho, centró su lectura precisamente en el carácter tornasolado de la tradición cíngara subrayando los continuos cambios de ritmos sobre un hilo conductor ascendente hasta el Vivace conclusivo.

El tercer concierto para piano de Bartók fue la última partitura realizada por el músico húngaro antes de su muerte, cuyos últimos compases sería añadidos por su discípulo Serly. Los dos planos –orquestal y solista- presentados por el músico continúan el particular tratamiento modal, rítmico y especialmente atemporal que jalonan su catálogo en los que no faltan evocaciones a Debussy. Hernández Silva puso al servicio de Perianes la Filarmónica con un resultado sólido y coherente. Destacar el soberbio motivo central que en palabras del propio Perianes apetece como una de las páginas más desconcertantes y cargadas de emoción de la centuria pasada. El pianista onubense tiene previsto llevar al estudio de grabación este mismo concierto este otoño junto a la batuta de Heras Casado.

Hernández Silva cerraría este primer concierto de la OFM con Sibelius y su Primera Sinfonía, partitura que también tiene previsto interpretar dentro de la temporada de abono de la OCRTVE. Lejos de constituir un primer acercamiento del maestro a la obra, nuevamente la batuta del venezolano dejo clara el dominio y seguridad que le plantean la literatura sinfónica, especialmente posromántica con especial inclinación hacia los grandes nombres de la primera mitad del veinte. Cambios ambientales de abruptas interrupciones forman parte de este brillante trabajo desgranado por la OFM que junto a su director realizaron un trabajo ascendente en la propia arquitectura de la sinfonía pero también en la complicidad con el oyente. Incidir sobre el trabajo de las maderas y la cuerda en los contrastes de tiempo, la percusión y los bronces en los climas y precipicios anotados por Sibelius.

Concierto serio y bien amasado en sus ideas centrales, propio de un conjunto maduro y versátil como es la OFM.

Alejandro Fernández 13|09|2016

Alejandro Fernández 13|09|2016





CICLO LA FILARMÓNICA FRENTE AL MAR. TEMPORADA 16|17

5 09 2016

Puedes adquirir tú entrada desde una hora antes del comienzo de cada concierto en la taquilla del auditorio o en mientrada.net 

Concierto nº 1

Orquesta Filarmónica de Málaga

Auditorio Edgar Neville

viernes y sábado  09 y 10|09 20:00h.

Solista: Javier Perianes

Director: Manuel Hernández Silva

Programa

I

Z. Kodaly

Danzas de Galanta

B. Bartok

Concierto nº 3 SZ.119 (para piano y orquesta)

II

J. Sibelius

Sinfonía nº 1 en Mi menor, op. 98

 





CAPUÇON, EN LA ESENCIA CLÁSICA

19 06 2012

CICLO GRANDES INTÉRPRETES

 Hermanos Capuçon

 Solistas: Renaud Capuçon, violín (Guarneri, 1737) y Gautier Capuçon, violonchelo (Goffriler, 1701)

Programa: Dúo para violín y violonchelo, de E. Schulhoff; Sonata para violín y violonchelo en do mayor, M. Ravel y Dúo para violín y violonchelo Op. 7, de Z. Kodály

Sala María Cristina, sábado 16 de junio de 201

Un hasta pronto desdibujado e incierto, respiraba la Sala María Cristina para recibir a uno de los fenómenos musicales del momento, que no sólo llenan salas de conciertos sino que además brillan con luz propia, en las listas de ventas de discos de música clásica. El dúo formado por los hermanos Capuçon, dos jóvenes músicos, que si bien ya son excepcionales virtuosos en sus apariciones como solistas, al unir sus instrumentos redefinen el repertorio, desterrando tópicos y maneras para ofrecernos unas interpretaciones cercanas que no pierden profundidad ni sentido. Renaud y Gautier acomodan las páginas del repertorio a una lectura sencilla, de altura con intensidad, desde una apariencia etérea, fruto de largas horas de trabajo, derroche técnico y el suficiente talento como para aunar en Inventions, tres siglos de música en un solo disco. Los hermanos Capuçon, más allá del amplio poder de convocatoria de sus recitales o la aprobación del público de clásica, destacan por la seriedad de sus interpretaciones y la sencillez con la que aparecen en las tablas libres de convencionalismos.

La idea de unir instrumentos de la misma familia para ahondar en sus posibilidades tímbricas, no son recientes, el propio Bach anotó un buen número de obras, especialmente en el caso del maridaje del violín con el violoncello, aunque las combinaciones se recrean en otras agrupaciones con el mismo acierto y cultivado por los grandes nombres del repertorio. Desde este marco musical, estos dos grandes solistas galos, nos propusieron un viaje poco frecuente, primeramente por elegir autores del siglo pasado y en segundo lugar por la infrecuencia de las obras del concierto, centrado en Schulhoff, Ravel y Kodály. Un programa recientemente grabado por el dúo formado por Liza y Dmitry Ferschtman.

El programa elegido para el recital de la Sala María Cristina, uno de los tres escenarios elegidos para la visita a España los hermanos Capuçon, arrancó con el Dúo para violín y violonchelo, de E. Schulhoff, compositor checo, víctima de los campos de exterminio en el año cuarenta y dos, cercano a la segunda escuela de Viena, aunque su estilo no abandona la tonalidad y es el reflejo mismo de ese eclecticismo que define la centuria pasada, con pinceladas dadaístas y giros tomados del jazz. Schulhoff en su Dúo ofrece todo un repertorio técnico, donde consigue sonoridades extremas llevando las cuerdas del violín y el cello a las líneas altas donde los instrumentos siguen un continuo diálogo estético pero también expresivo, así, el andantino es una muestra de esa sensibilidad llena de color y matices que posee la obra.

Un siglo de intensos cambios, fruto de la relectura del concepto del arte, transformación, en el caso de la música, iniciada por Debussy o el propio Ravel, cuya Sonata para violín y violonchelo en do mayor es el mismo reflejo de esta idea de cambio, aunque también mira el pasado, su decidida vocación clásica no deja de cuestionar la línea melódica, orientando el interés hacia las texturas armónicas, los timbres o las dinámicas.

Kodály compartió con Bartók el estudio del folklore húngaro, tomando de este buena parte de los temas que utiliza para sus obras, un claro ejemplo es su Dúo para violín y violonchelo Op. 7 protagonista de la segunda parte del recital de los hermanos Capuçon. Estructurado sobre complejas armonías Kodály no abandona las formas cultas, es más las enriquece.

Complicidad en escena, junto a una técnica impecable dan como resultado un sonido elaborado, carnal, sin improvisaciones, con una emisión definitiva y segura, capaz de acercar un repertorio infrecuente o hacer delirar a un auditorio como el Albert Hall, el pasado verano, con su versión del arreglo de Halvorsen de la Passacaglia de Handel con el que este sábado cerraban ciclo, temporada y unos años de grandes artistas que han ido desfilando por el espacio privilegiado de La María Cristina.

Alejandro Fernández 07|06|2010

Alejandro Fernández 18|06|2012





Sala María Cristina. Temporada 11|12

15 06 2012

Ciclo Grandes Intérpretes

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Hermanos Capuçon

Renaud Capuçon, violín

Gautier Capuçon, violonchelo

sábado 16|06 20:00h.

Programa:

Sonata para violín y violoncello, en do mayor, de  M. Rabel

Dúo para violín y violonchelo,  de E. Schulhoff

Dúo para violín y violonchelo, op.  7, de Z. Kodály

 





TRES VISIONES EN UN MISMO ESPEJO

29 09 2011

Concierto de Abono nº 2. Descubre al compositor Ernö Dohnányi

Programa: Concierto nº1 para violín y orquesta en re menor, op. 27, de E. Dohányi; Danzas húngaras nº 1, 3 y 10, de J. Brahms y Variaciones sobre un tema popular húngaro (Peacok Variations, de Z. Kodály

Director: Edmon Colomer

Solista: Graf Mourja, Violín

Teatro Cervantes, sábado 24 de septiembre de 2011

Lo popular, el folklore como elemento definitorio y singular de los pueblos europeos, posee un punto de partida clave a partir del siglo diecinueve, consolidado en el veinte como una fuente inagotable de inspiración, no sólo en el aspecto temático sino también en el plano rítmico y melódico entre otros. Sobre esta idea el maestro Colomer despliega las tres piezas del programa para el segundo abono de la OFM. De marcado carácter nacionalista, que viene a romper el clásico triángulo italiano, francés y germano, en beneficio de otras importantes escuelas, entre ellas la española, como apreciaremos en el último concierto de la temporada, y que van a polarizar el repertorio, a favor de una creación más cercana a los valores nacionales, pero también hacia nuevas formas de expresión más personales y menos academicistas.

El repertorio húngaro fue ampliamente estudiado y definido por los trabajos de campo realizados por Bartók y Kodaly, muy preocupados por los orígenes de la música húngara con la finalidad de crear obras que sí respondiesen a esas fuentes, para poder así crear un estilo propio, un lenguaje definido y una producción verdaderamente asentada en las esencias nacionales. Los antecedentes hemos de encontrarlos en otros autores que propician esta necesaria depuración, uno ellos el propio Dohnányi, del que pudimos escuchar su primer concierto para violín y orquesta de la mano de uno de los grandes solistas del momento como es Graf Mourja. Todo un virtuoso para una partitura nada condescendiente con el solista al que exige una notable solvencia, así como una especial sensibilidad a la hora de atacar los pasajes más líricos que inundan este concierto. Una obra, de estructura clásica, con una clara influencia bramhsiana, donde el tema inicial parte de la primera sinfonía del músico hamburgués. La estructura interna del los cuatro movimientos que forman este concierto se ven dirigidos por un gusto claramente romántico y a la vez cíclico por cuanto el final del cuarto movimiento enlaza con el moderato inicial.

De estilo depurado y clara cohesión interna, las Danzas Húngaras de Brahms responden más a un lenguaje refinado que una puesta en valor de los temas magiares destacados en las danzas. La versión ofrecida la OFM destacó por su agilidad y sentido de la medida. Colomer, por su parte, puso de relieve la riqueza de la orquestación que realizo el compositor sobre estas tres danzas originalmente escritas para piano. Kodály con sus Variaciones sobre un tema popular húngaro coronó este particular viaje por la aportación de la música húngara al repertorio, sobre la base de sus investigaciones en el folklore húngaro, su puesta en valor con el uso de la escala pentatónica o esa sensualidad que inundan las melodías engarzadas por este en las Variaciones. En definitiva, un concierto denso pero accesible, con un repertorio que intenta abrir los gustos del aficionado y atraer a nuevos oyentes.

Alejandro Fernández 07|06|2010

Alejandro Fernández 25|09|2011





Temporada de abono OFM 11|12

22 09 2011

Viernes 23|09  20:30h. sábado 24|09 20:00h.

Concierto de abono nº 2: Descubre al compositor E. Von Dohnányi

Programa:

Concierto nº 1 para violín y orquesta en re menor, E. Von Dohnányi 
Danzas húngaras (1,3,10), J. Brahms
Variaciones sobre un tema popular húngaro, “El pavo”, Z. Kodály

Director: EDMON COLOMER

Violín: GRAF MOURJA





LA CIUDAD COMO INSPIRACIÓN

14 06 2011

TEMPORADA DE ABONO OFM


Concierto de Abono nº 14. Metropolis I

Programa: Danzas de Galanta, de Z. Kodály; Concierto para viola y orquesta, de K. Penderecki; Valses nobles y sentimentales, de M. Ravel y El mandarín maravilloso, op. 19, de B. Bartók.

Solista: Roberto Díaz (viola)

Director: Michael Stern

Teatro Cervantes, sábado 11 de junio de 2011

Al definir el término civilización, concretamos en el mismo una síntesis de aquellos elementos singulares que determinan la evolución del hombre en sociedad. Un concepto amplio, que abarca aspectos, entre otros: sociales, económicos, culturales y geográficos. Este último determina el fenómeno de la agrupación de amplios grupos que interactúan y transforman el espacio en lo que conocemos como ciudades, metrópolis. La ciudad, elemento aglutinador del penúltimo de los conciertos de abono de la OFM, de la mano de la batuta invitada de Michael Stern, con un programa centrado en las propuestas del siglo XX, desde Ravel y sus filigranas orquestales a los guiños románticos de Penderecki. Cuatro compositores del viejo continente dan unidad a este nuevo programa, uno de los más entrelazados y con sentido de toda la temporada, a punto de concluir.

            La ciudad, viene determinada por los grupos sociales que la forman, pero también por sus etnias, cuyas manifestaciones quedan plasmadas en las músicas y ritmos que la singularizan. Una prueba de ello la encontramos en las Danzas de Galanta del húngaro Kodály, músico que a lo largo de su vida mostró una gran preocupación por la recopilación de la música folclórica nacional, muy influenciada por los cíngaros, cuyos ritmos verbunkos enriquecen la paleta orquestal de este músico imprescindible para comprender la música del siglo pasado. Música que tiene en lo popular una fuente constante de inspiración. Sugestivas y accesibles este grupo de danzas se caracterizó por la precisión mostrada por los profesores y Stern en el podio, una pieza aparentemente sencilla pero que esconde altas dosis de virtuosismo con especial dedicación de las maderas de la OFM.

            Penderecki y la viola de Roberto Díaz fueron los protagonistas del final de la primera parte del concierto. El compositor polaco abordó la composición de su Concierto para viola y orquesta (del que se conocen varias versiones) en los ochenta, desde un plano que muestra la evolución en las propuestas musicales, de su autor, hacia cierta influencia romántica dentro de la inclasificación de su lenguaje. Concebido en un solo movimiento que atrapa al oyente en la inquietante cadencia con la que se inicia la obra, jugando un papel determinante en el discurso de este concierto. La sensibilidad otorgada por Díaz y la contención de la masa orquestal por Stern lograron introducir al auditorio en esta intensa partitura plagada de texturas y efectos.

            Nuevamente la danza hace su aparición en la última parte de este programa de la mano de Ravel y Bartók. Si delicada fue la ejecución de los Valses nobles y sentimentales no menos intensa estuvo la suite de El mandarín maravilloso de Bartók, caracterizada por fuertes contrastes sonoros, su tensión dramática o el gran aparato orquestal al servicio del eminente carácter descriptivo de esta pantomima en forma de ballet.

Alejandro Fernández 07|06|2010

Alejandro Fernández 12|06|2011





TEMPORADA ABONO OFM 10|11

9 06 2011

Abono nº 14  Metrópolis I

Viernes 10|06 20:30h. sábado 11|06 20:00h.

Programa:

Danzas de Galantà, Z. Kodály
Concierto para viola y orquesta, K. Penderecki
Valses nobles y sentimentales, M. Ravel
El mandarín maravilloso, Op.19, B. Bartók

Director: Michael Stern 

 Viola: Roberto Díaz